AMÉRICA LLEGA A UN MILLÓN DE MUERTES
El empeoramiento de la pandemia por COVID-19 se tradujo este lunes en un millón de muertos en América tras confirmarse 7 mil 700 nuevos fallecimientos en las últimas 24 horas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra redonda de decesos no necesita explicaciones pero Martha Keays, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (IFRC), expuso con claridad lo que significa este número: «Estamos sufriendo una colosal pérdida colectiva. Un millón es un número incomprensible; es el equivalente a perder la mitad de la población de La Habana o Quito», mencionó en un comunicado.
Poco a poco el mundo se acerca a la cifra de 100 millones de contagios cuando ya son 99 millones 368 mil 828 los casos y 2.13 millones de muertos, de los cuales casi la mitad corresponden a América, en donde la propagación del virus en países como Brasil, Colombia y México está saturando las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hasta obligar a algunos a no admitir un paciente más y trasladarlos a otros centros o ciudades. Y es que la situación es alarmante en algunas regiones. Como muestra lo vivido, en los últimos días, en Manaos, la capital del estado de Amazonas (Brasil), donde se registraron momentos dramáticos con hospitales saturados y carreras contrarreloj para cargar pesadas balas de oxígeno para pacientes con COVID. Un arranque de semana nada positivo, ante los 43 millones de infectados que fueron notificados en el continente americano y 32 millones en Europa, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras confirmarse el domingo que Estados Unidos llegaba a los 25 millones de infectados. Además, la curva de contagio tiende a ascender en naciones latinoamericanas como Colombia, que ha superado los 2 millones de casos, Argentina (1.8 millones) y México (1.7 millones).
LA LEY QUE AVALA EL ABORTO ENTRA EN VIGOR EN ARGENTINA
La ley del aborto entró en vigor en Argentina, tras cumplirse 10 días desde que fue promulgada por el presidente, Alberto Fernández. Desde ayer, cualquier mujer podrá interrumpir voluntariamente su embarazo hasta la semana 14 de su gestación. Más allá de ese periodo está permitido si el embarazo fuera producto de una violación, mediante declaración jurada presentada ante el personal de salud, o si estuviera en riesgo la vida o la salud de la mujer. Además de despenalizarse, la interrupción voluntaria del embarazo está garantizada y es gratuita en el sistema de salud público, donde se atiende un tercio de la población. Y tras su incorporación al programa médico obligatorio, el tratamiento también está cubierto por los hospitales privadas y el sistema de obra sociales, los otros dos subsistemas de salud argentinos.
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta, señaló que el Ministerio de Salud ha realizado una gran compra del abortivo misoprostol “para repartir en todas las provincias”. También reconoció que se esperan demandas judiciales desde sectores antiabortistas de departamentos conservadores o la posible renuencia de ciertos actores de la salud, como los privados, para llevar a cabo la práctica. La Iglesia Católica argentina ha manifestado su rechazo a la norma. El Consorcio de Médicos Católicos, la Corporación de Abogados Católicos y la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia son varias de las organizaciones que instaron a resistirla al considerar que “la Constitución y los Tratados Internacionales con rango constitucional protegen la vida del niño desde la concepción”.
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