Paulo Coelho, uno de los escritores más importantes de Brasil y del resto de América Latina, escribió en el año 1988 uno de los libros más populares de su carrera, al que tituló El Alquimista.
Con su obra el autor nos hace ver que su creación es una herramienta importante que nos ayuda en la tarea de alcanzar lo que él denomina el “alma del mundo”, o como dice Carl Jung “inconsciente colectivo”.
Para quienes no conozcan El alquimista, se trata de un viaje que emprende un pastor de nombre Santiago hacia su leyenda personal, una analogía que desde el día en que fue publicada la obra, ha servido a millones de lectores a perseguir sus sueños.
Por ser un Best Seller, el libro ha alcanzado la sorprendente cifra de 65 millones de copias vendidas en difentes partes del mundo, incluso se ha traducido en 63 idiomas y vendido en muchos países.
El alquimista, resumen
El pastor Santiago está en la búsqueda de un tesoro ubicado cerca de las Pirámides de Egipto, del que tiene conocimiento a través de sus sueños.
El personaje de El alquimista acude a una gitana quien sabe interpretar sueños. La mujer le aconseja perseguir lo que soñó, pero Santiago ignora el consejo y lo que hace es comprar un libro para leer.
Mientras el pastor descansa aparece otro personaje, el rey Salem quien en un primer momento no revela su nombre y le cuenta que todos tenemos una “leyenda personal”.
Acto seguido le obsequia a Santiago dos piedras, las cuales están incrustadas en un tronco de oro. Esto motiva al pastor tomar decisiones de gran transcendencia en pro de la misión de buscar el tesoro.
Estas piedras juegan un rol importante ya que sirven para la adivinación, llamadas Tumim y Urim.
A partir de allí nuestro personaje de El alquimista inicia su viaje, no sin antes vender todas sus posesiones. La aventura comienza desde Andalucía rumbo a las milenarias tierras árabes.
Pero la misión también está llena de dificultades ya que al principio sufre un robo. En medio de la desesperación le suplica a un comerciante limpiar sus cristales a cambio de comida y un sitio dónde dormir. No obstante, en medio de esta adversidad se le presenta la oportunidad de aprender todo lo relacionado a la cultura árabe, su idioma y religión.
Al retomar su misión tiene el placer de conocer a un inglés que busca al alquimista, y solicita auxilio en su misión. Cuando Santiago le presta ayuda al inglés, aparece otro personaje, una mujer llamada Fátima de quien el pastor se enamora.
A posteriori, mira a un grupo de aves a lo alto del cielo y tiene la visión de que un poderoso ejército ataviado con espada irrumpe en el oasis en el que están nuestros personajes.
El alquimista es el caballero que defiende el paisaje y al darse cuenta que Santiago fue quien interpretó la señal de las aves, se hacen amigos y lo ayuda en su misión de encontrar el tesoro. A medida que avanzan nuestro personaje principal es instruido en el tema de la alquimia.
Ocurren varios hechos en El alquimista, entre los más destacados un secuestro y la llega a un lugar de profunda espiritualidad, un monasterio en el que Santiago conoce la “leyenda personal”. Allí tiene una revelación que le dice que cuando llegue al lugar donde quiere ir llorará, y donde caigan las lágrimas, será el lugar donde esté enterrado el tesoro.
Cuando Santiago llega a Egipto y mira la majestuosidad de las Pirámides de Egipto, unas lágrimas salen de sus ojos y caen en el lugar donde está el tesoro, pero resulta que el tesoro fue robado. El pastor comenta que no tiene conocimiento de otro puesto el que está cerca de las pirámides fue el revelado en sus sueños.
Un grupo de ladrones se ríen de él, el jefe de los bandidos le comenta que también tuvo un sueño de un tesoro oculto cerca de una iglesia en medio de las ruinas de España, y que el mismo estaba enterrado bajo un sicomoro.
Increíblemente en ese lugar descrito por los delincuentes Santiago encuentra el tesoro y busca a Fátima.
El alquimista y sus lecciones
En las propias palabras de Paulo Coelho El alquimista hace una referencia a su exilio espiritual autoimpuesto al no entender a cabalidad el lenguaje simbólico a lo largo de sus estudios y conocimientos referentes a la alquimia.
Durante este proceso espiritual aprendió tres puntos importantes que lo ayudaron a comprender más la alquimia y por ende a desarrollar el libro:
- La aceptación de una verdad que negamos desde el fondo de nuestro corazón.
- Aceptar nuestro destino y no huir de el.
- Que Dios es generoso por sobre todas las cosas.
De igual forma, el autor hace hincapié en las frases de su mentor de alquimia y el lenguaje simbólico. De todos estos análisis se pudo conocer que existen tres tipos de alquimistas:
- Los imprecisos que no tienen ni idea de lo que hablan.
- Los que son imprecisos pero tienen conocimiento de lo que dicen, ya que el lenguaje de la alquimia va destinada al corazón y no al razonamiento.
- Los que desconocen el mundo de la alquimia, pero que a lo largo de sus vidas hallan el conocimiento necesario.
El alquimista nos da mensajes de enseñanza que nos ayudan a perseguir la leyenda personal de cada uno de nosotros:
- El miedo es un obstáculo.
- La verdad es para siempre.
- Debemos salir de nuestra zona de confort y hacer a un lado la monotonía.
- El presente es muy importante para alcanzar la felicidad.
- El éxito trae consigo un efecto dominó.
- Confía en tus decisiones.
- Atrévete a soñar.
- Nunca te rindas.